miércoles, 4 de diciembre de 2013

RICART

(Artículo publicado en Viva Jerez el 5/12/2013)
El único condenado por el triple crimen de Alcàsser está desde el viernes pasado en la calle. Otro efecto colateral de la eliminación de la famosa “Doctrina Parot” que ha propiciado la salida de prisión de decenas de asesinos de ETA y de otros presos que, con las manos manchadas de la sangre de inocentes, nunca pidieron perdón a sus víctimas ni buscaron ayuda psicológica. Dejando aparte el lógico malestar que supone que este individuo en concreto ande suelto de nuevo por las calles, en estos días he visto cómo algunos medios de comunicación han empezado a perseguirle para que hable, y también han buscado a sus familiares, especialmente su hija, para dar pábulo y remover toda la mierda que sea posible. 

Otra vez haciendo caja con el morbo a cuenta del sufrimiento de Míriam, Toñi y Desireé. Todo por la audiencia, por el share. Imagino a los periodistas enviados por sus jefes para perseguir a Ricart desde que salió de la cárcel, meterse con él en el tren, intentar ganarse su confianza con zalamerías y haciéndose los comprensivos con una persona condenada a 170 años de cárcel por tres crímenes horripilantes. Hay algún medio que además le ha pagado por unos días un hotel de muchas estrellas en Madrid, con la esperanza de que hable y rentabilizar esa inversión, aunque nadie admite públicamente que pueda pagar a Ricart por romper su silencio en un plató de televisión, e incluso Antena 3 ha retirado de su web la entrevista que le sonsacó, por las críticas de sensacionalismo recibidas. Y viene a mi memoria de nuevo la autocrítica que hicimos los periodistas tras el lamentable espectáculo que dimos cuando fueron localizados los cadáveres de las niñas, y las condenas judiciales posteriores a quienes usaron los medios para calumniar e injuriar a los investigadores del caso, y alimentar teorías conspiratorias que todavía hoy algunos creen. 

Una mala praxis que repasó hace unos años la periodista Amparo Bou por encargo del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, dentro de un libro colectivo sobre el tratamiento informativo que se suele dar a los niños, tanto cuando son víctimas como cuando son los autores de un hecho criminal. Y es que después de varios intentos de sonsacar a Miguel Ricart para que hable, veremos en lo que resta  de semana si algún medio le tienta lo suficiente, y comprobaremos si éstos cumplen su cometido ético y su promesa de no pagarle por una entrevista. Ciertamente, como todos saben, no corren buenos tiempos laborales para la profesión periodística. Ahogados con EREs, cierres de medios y precaridad, lo único que faltaría es que le echáramos ahora más tierra encima dando pábulo al desgraciado de Ricart. Espero que hayamos aprendido de los errores pasados, por respeto a las familias de las tres niñas, y por la dignidad del periodismo.

2 comentarios:

  1. No estoy deacuerdo con usted en esta entrada, yo pienso que esta desinformacion tambien puede trasladarse en indefension... Me explico... Que habria pasado si Tony King se quita de fumar? que Dolores Vazquez habria pasado su vida con la muerte de Rocio Waninkof sobre su cabeza, sea como sea a esa mujer, le han destrozado la vida... Pues bien, Dolores Vazquez podemos ser todos... y si ademas tienes una familia desestructurada y eres eso que se llama un "desgraciado" más... Como datos objetivos yo me quedo con las evidencias: Uno no puede matar ni asesinar a nadie sin dejar absolutamente ni

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  2. ningun rastro en el cuerpo de la victima... y de quien son los vellos pubicos y los adns que se encontraron en los cuerpos (siete distintos), por que no le han hecho a este pobre hombre la prueba del poligrafo si aqui se ha sentado en el poligrafo hasta el exnovio de Falete? Me ha dado lastima el espectaculo, y me gustaria vivir en un pais en que la justicia no fuera sinonimo de linchamiento.

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