Octubre del año 2000. El Villamarta acogía la obra “Las manzanas del
viernes”, con Concha Velasco y Encarna Paso. El día antes fui a su rueda de
prensa. Me encandiló la sonrisa de la “Chica Ye-Ye”. Una señora, entonces de 61
años, que atesoraba el encanto, la elegancia y el carisma tan propio de los
artistas con mayúsculas. Cuando acabó, me acerqué y la invité (osado de mí) a
entrevistarla esa noche en Onda Jerez. Mi sorpresa fue que accedió. Y allí
estaba yo. Sentado en el plató, en directo, con la “Chica de la Cruz Roja”
sentada a mi izquierda y a punto de comenzar. Tenía todo preparado. Me había
pasado horas recopilando información que había resumido en quince preguntas en
los dos folios que tenía sobre la mesa. Y comencé “Damos la bienvenida a Concha
Velasco que mañana actuará en el Villamarta”. “Usted interpreta en esta obra
a…” Y en ese momento, sin querer, deslice los brazos y los folios cayeron al suelo.
Toda la información, las preguntas… desperdigadas por el plató. Observé en el
monitor que nadie se había dado cuenta, así que tiré de dignidad y tragué saliva.
“Decía
que interpreta a una mujer cuyo marido la engaña…” Concha respondió desviando
el asunto. Después pregunté: “La obra es de Alfonso Paso y Paco Marsó es el
otro protagonista…” Concha siguió en su línea de simpatía y la entrevista, tras
15 minutos, llegó a su fin. Había “sobrevivido” sin papeles. La despedí y se
apagaron los focos. Fue entonces cuando vi cómo Concha Velasco se echaba a reír
mientras miraba los folios del suelo ¿Qué pasa? le dije “Que no has acertado ni
una… La obra no es de Paso si no de Gala. Marsó no el protagonista, es el
director… y así casi todo”. No sabía dónde meterme. Me había hecho un lío de
aúpa y sin embargo, Concha mantuvo el tipo para no ponerme en ridículo. Me dio
un abrazo y un consejo: “Si te hubiera dicho que te equivocabas te habría
dejado en evidencia, te hubieras puesto nervioso, yo también lo habría estado y
la entrevista habría sido un fracaso. Sin embargo, casi nadie se ha percatado
de los errores”
Al día siguiente me invitó a su camerino y nos reímos recordando
los folios en el suelo. Luego asistí a la obra entre bambalinas. Años después,
en 2006, regresó al Teatro con la obra “La Filomena Marturano”. Ese día me
invitó a desayunar en el Hotel Jerez y
le regalé una foto de ambos en el plató, el día de la entrevista, con una
dedicatoria que decía “Me olvidé de las preguntas pero de lo que nunca podré
olvidarme es de tu sonrisa”.
Gran Esteban Fernández como periodista y mejor persona, un fuerte abrazo de paco castro,xerez.
ResponderEliminar